Seis peldaños tiene, casi 2,40 metros de altura. Esbelta, torcida, en madera. La hicimos ayer, en un rato entre clavos y polvo. Es preciosa. La hemos puesto junto al ventanal y parece que lleve allí toda la vida. Ya se lleva bien con la orquídea y la flor de pascua verde, sólo le queda entablar amistad con la caja de cuisine y la cesta de picnic. ¿Cómo puede ser? ¿Cómo puedes cogerle tanto cariño (en tan poco tiempo) a un objeto inanimado? Ya verás cuando tengamos que mandarla a Bilbao... La vamos a echar un montón de menos.
Un beso de ebanista de medio pelo. mjo
Nota: Hay que ponerle un nombre. Piensa.
2 comentarios:
Bonita escalera
¡Gracias!
Publicar un comentario