Tal vez sea por el té. O por la charla. O por las pastas con forma de corazón. Tal vez sea porque tus palabras suenan a libro, y tu acento, a cine polaco del bueno. El caso es que ahora estoy muy despierta. Muy con ganas de hacer algo con todo ese té y todas esas palabras.
Creo que tienes que escribir una lista. Ya habrá tiempo de desarrollar el tema. Primero la lista. Cosas que no debes decir a una persona que sufre una pérdida (o más de una) por mucho que a ti te suene a discurso obligatorio en un intento de aliviar su pena. (No es el título. Aunque pudiera serlo. A ti te gustan largos.)
Podrías hacerlo. Poco a poco. La rabia es buena musa. Escribe y maldice. Y aplasta. Y utiliza lo que sabes, y lo que no quieres, para ir caminando. (Consejo de alguien que no quiere dar consejos.)
Y no lo olvides, nos vemos de nuevo en 10 días. O antes. Seguro.
Un beso de coach barata. mjo
Nota: No me identifico para nada con el término. Para nada.
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