Para la chica de la sonrisa

Ayer me contaba que está muy cansada, y yo apuesto a que es verdad. Su trabajo (en estos días que vivimos) debe ser todo menos relajado. Y si ya notaba ella la necesidad de vacaciones, antes de que todo esto se nos viniera encima, ... imagínate ahora. Ni la compra quiere hacer. Eso sí, sigue mostrando la misma sonrisa que tiene siempre. Y se mantiene positiva, que es lo más importante. Y es que la cosa no es sencilla: ropa, bata, mascarilla, guantes, gel, y mucha, muuuuucha paciencia todo el día, y todos los días.

Las personas que nos atienden al otro lado del mostrador de una farmacia, merecen un aplauso por la labor que llevan a cabo. No tengo ninguna duda. Por su atención, su comprensión y sus consejos.

Gracias S., y espero que todo esto pase pronto y volvamos a coincidir en nuestro local favorito, en la terraza, con una copa en la mano, y escuchando música como lo hacíamos hasta hace poco.

Un beso de ya queda menos. mjo