Dije ayer que hoy anotaría en este espacio los libros que después de haberlos leído, tuve que ir a por ellos, para (egoistamente, lo reconozco) tenerlos conmigo. Algunos de esos libros están en la lista de ayer. Estos, son otros.
Los objetos nos llaman, de Juan José Millás, lo leí porque K. me lo dejó cuando aún trabajaba en la Biblioteca de Amorebieta, y después, fui a la librería y me lo traje a casa.
Todos los días son nuestros, de Catalina Aguilar Mastretta (hija de Ángeles Mastretta, que también está en la otra lista) leí el libro y pensé: lo voy a querer leer más veces. Y me lo compré.
La uruguaya, de Pedro Mairal. Increíble lo de este libro que para algunas del rincón es una maravilla y para otras un horror. Lo compré después de leerlo entero para poderlo compartir.
Mañana títulos de libros que me recomendaron, que no quería leer y luego resultaron ser un regalo.
Un beso de tarde con trompeta. mjo
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