¿Nos echarán de menos? Piénsalo.
¿Echarán de menos nuestros pasos las olas de la orilla? ¿Sentirán la ausencia de nuestras voces las líneas del camino? Y los árboles, ¿seguirán floreciendo sin unos ojos que se maravillen? Pobres flores nuevas. ¿Y las papeleras, vacías de nuestras notas rotas? ¿Y las farolas, que ya no dibujan nuestra silueta? ¿Se aburrirán de no ser pisadas las aceras de nuestras calles y dormirán, un sueño largo, todos los escaparates?
Echamos de menos a las personas más que a los paisajes y a las cosas. Por supuesto. Pero es cierto que después, inevitablemente, nos acordamos de los lugares que amamos, esos que nos hacen sentir bien siempre que los visitamos.
Un beso a mi amiga la del paraíso. mjo
Nota: Sé que ella acostumbra a leer este bolg.
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