martes, 31 de marzo de 2020

Sueño mucho


Siempre. Siempre sueño. Y sueño mucho. Y en cuarentena no iba a ser menos. Sueño con el chico con el que estaba haciendo un muñeco feo y grande en Derio. Sueño con mi profesora de pilates. Sueño con mi familia y con la familia de mis amigas. También sueño con ellas, con mis amigas. No tengo pesadillas, solo sueños. Las personas a las que no veo, y que habitan en mi mente, aparecen en mis pensamientos mientras duermo. Desde siempre.

Esta costumbre mía tiene una clara ventaja. Lo sé y tú lo sabes. He visto un montón de veces a mi abuelo (al que conocí) y siempre en dulces sueños. Es como si estuviera vivo y me visitara en vez en cuando. Y le veo y le hablo. Y le recupero.

Los sueños son otra vida paralela a la que llevamos cuando vamos con los ojos abiertos. Y yo ya no querría vivir sin ella. 

Creo que voy a llamar a unas personas que desfilaron esta noche entre mis sueños. Para preguntar qué tal están. Para decirles que han invadido mi despertar.

Un beso de noches sin estrellas en el cielo. mjo

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