A veces la inspiración salta por la ventana como una gato detrás de una sardina. A veces no hay ideas ingeniosas para sorprender el alma. Ni quien escribe, ni quien lo lee, tiene la cabeza para muchas historias y entonces, sinceramente, es mejor esconder la cabeza debajo del ala.
Tengo una amiga confinada. Y creéme cuando te digo que ésa no es la parte dura de esta triste historia.
Un beso de esperanza. mjo
Nota: Todo va a ir bien. Ya lo verás.
1 comentario:
Ando estos días escribiendo (retomando) una historia de esas que llevan tiempo en mi cabeza. Normalmente cuando escribo rara vez siento el viento de cola a favor. Solo me siento, cojo mi tablet e intento seguir la historia. No sé muy bien donde me lleva. Yo tengo una ligera idea de cómo me gustaría que fuera, de las emociones que quiero transmitir, y algunas preguntas que me gustaría responder. Porque al final parece que la senda está ahí en responder preguntas que uno mismo se hace.
Y a veces cuanto más especiales son esas preguntas mejor es la respuesta que uno escribe. Yo es lo que hago, escribo esperando el viento de cola. No siempre se presenta, pero cuando lo hace....¡ay! cuándo lo hace.
Muxus desde el oceano, donde no se ve el final, pero seguimos remando.
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